Desde hace un tiempo, y cada vez con más frecuencia, he notado que algunos compañeros de trabajo (sí, con “o” porque todos son hombres) han tenido actitudes conmigo que no las tienen con l@s otr@s compañer@s del grupo laboral.
Al principio, directamente me ignoraban cuando solicitaba algo para mi tarea que sólo ellos me podían proporcionar, con el consiguiente retraso en mi entrega de tareas cumplidas, obviamente. “Llamé al orden” a algunos y eso se acabó (con ellos)
Después se puso aún peor. Varios empezaron a decirme que no molestara porque “tenían mucho trabajo importante para hacer”.
Ok. ¿Y mi trabajo? ¿No es importante? Parece que no. ¿Y no tengo mucho trabajo? ¿No he estado sobrecargada nunca? Nuevamente la respuesta parece ser no. Entonces, ¿para qué estoy ahí si hago una tarea “insignificante” y encima ni siquiera trabajo mucho que digamos (si no es que directamente me rasco los ovarios todo el día, vaya a saber qué pasa por esas cabecitas)?
Trabajo en un área técnica sin título técnico pero mi tarea no es técnica y es complementaria de la de ellos. La haga yo u otra persona, no se valida su tarea sin la mía. ¿Es una tarea importante o no? Lo es. ¿Conlleva una gran responsabilidad? Sin ninguna duda. ¿Cualquier persona está capacitada para realizarla? La respuesta es un rotundo NO. No cualquiera puede hacerla, sí hay varias personas que pueden, pero no es algo mecánico para lo que no se necesite mucho entrenamiento ni conocimientos específicos.
Y ahí empecé a cuestionarme si el problema conmigo es que soy mujer (reitero: sólo me pasó con algunos compañeros hombres, ni todos ni mujeres), por lo tanto inferior en el sistema patriarcal en el que vivimos, o es porque no tengo un título técnico, el cual no es necesario para el trabajo que realizo. Por cierto, hago muy pero muy bien mi trabajo, por eso fui elegida para hacerlo. La mayoría de los que lo saben, son los que no me discriminan.
¿Acaso dentro del techo de cristal existen muchos mini techos? ¿No se valora el esfuerzo, la dedicación y el éxito de una mujer en su trabajo sólo por el mero hecho de ser mujer? Me refiero a mini techos de cristal porque ya todas sabemos de la existencia del techo de cristal, ahora… cuando no te desempeñás en un cargo jerárquico relevante, ¿también hay techo? ¿Existen mini techos en todos los niveles de cualquier organización laboral?
¿O acaso el problema es que no tengo el papelito enmarcado colgado en mi pared? Ojo, no crean que no valoro los títulos universitarios (cursé tres licenciaturas aunque por cosas de la vida no terminé ninguna y aprendí un montón igual) pero también conozco muchas personas muy capacitadas que son autodidactas (y personas con título que son un desastre)
Estamos en el S XXI; en varios países de Europa se revalidan los títulos, es decir, caducan como forma de garantizar que el profesional esté al tanto de las innovaciones. Y las competencias se certifican, con lo cual si probás que sos buen@ en determinada/s tarea/s obtenés una certificación que, tanto para conseguir empleo como un ascenso, vale prácticamente lo mismo que un título. En mi país estamos muy lejos de certificar competencias todavía, pero pueden averiguar qué es lo que sucede en España al respecto y se asombrarán.
A mí el papelito no me importa, sea título o certificación de competencias, me importa hacer bien mi trabajo y que quienes trabajan conmigo también lo hagan porque nos beneficiamos todos. Y parte de eso es ayudarse. Y otra parte, no menos importante, es darte cuenta de que tu trabajo vale lo mismo o es tan importante como el del resto. Entonces, esa discriminación no corresponde; primero porque ninguna discriminación es buena, se sabe, pero, además, es mal compañerismo dejar tirada a una compañera ya sea porque es mujer o porque considerás que su trabajo ni es importante ni es demasiado.
Además, de repente se me prendió la lamparita y recordé que hay otro compañero desempeñando la misma tarea que yo que tampoco es técnico y no he notado que le hagan lo mismo, todo lo contrario. Él pide y enseguida obtiene lo que pidió. Desconozco si tiene título en alguna otra disciplina, nunca hablamos de eso.
Aunque trato de ser fuerte, (“soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie“), llegó un momento en que realmente me afectó. Me angustiaba mucho ese menosprecio hacia mí y mi trabajo, en especial porque suele venir de compañeros a los que aprecio y conozco hace tiempo.
Hasta que llegó la gota que rebasó el vaso. Me lo dijeron por teléfono (lo bueno fue que pude retrucar) y me dije “¡Hasta acá!”. Así que envié un mensaje a todos (los que tienen ese comportamiento y los que no) advirtiendo que no lo iba a tolerar más y que el próximo que me lo dijera sería enviado a la m@#r%a aunque tuviera repercusiones negativas para mí por parte del área de Personal.
Mi trabajo se respeta. A mí se me respeta. Como hago yo con el resto.
No espero respuesta. Al que le quepa el sayo, que se le ponga. Al que es inocente, que ignore el mensaje y listo.
La duda latente es si la razón de esto es machista o sentimiento de superioridad laboral. Dudo que ellos mismos tengan la respuesta a eso, pero si tuviera que votar elegiría el machismo simplemente porque no le ocurre lo mismo al otro compañero no técnico, nada más.